El asunto
Más sobre el (des) encuentro y la nostalgia
Insisto con el amor. Chisme: El-chico-que escuchaba-a-Dylan mandó cartita digital. Dijo que le dio tristeza leerme, que hubiera deseado hacer las cosas de otra manera, ser distinto. Quizá así yo no habría arrastrado esa experiencia a las siguientes relaciones.
Quizá así no habría pérdida y enojo.
Habló sobre mi manera de ver el mundo, de la apuesta al amor y la calidez de lo humano. Fue entusiasta. Y hay algo que logra en su modo de escribir: mostrar la ternura, dejarla ahí flotando, como si fuera táctil.
Y ya sabemos que la ternura es un amuleto en este mundo hostil. Algo a lo que aferrarse cuando los dementores están cerca.
También está la poesía. Por ejemplo, un poema de Rocío Lanfranco*:
La tristeza
¿Acaso hablamos alguna vez de otra cosa?
No digo nosotras, digo la especie.
Hasta un tordillo hermoso puede
hundirse ahí.
A veces la tristeza tiene una boca inmensa,
en la que cabe un caballo hermoso.
A mí no me importa si lo que hablamos es
verdad, verdadero sí. No es
lo mismo. Un grito imposiblemente oído.
A veces yo también estoy triste
me persigue un lobo negro
esta semana por ejemplo cumplí años.
Pero hay dragones de la suerte.
Algo más sobre el recuerdo
"Las personas tienen aventuras, incluso relaciones enteras, terminan y se olvidan. Siguen adelante como si cambiaran aleatoriamente de escenario. Siento que nunca pude olvidar a alguien con quien estuve. Porque cada persona tiene sus cualidades específicas. Nunca puedes reemplazar a alguien. Lo que se perdió, se perdió", dice la protagonista de Before Sunset.
Una cuestión de humanidad.
Hay en este decir una molestia fundamental: la reducción de la experiencia interpersonal a lo insignificante. Las personas están de paso. No hay algo que perdure. Y cuando se trata de algo incipiente, no hay una pregunta, una curiosidad que perseguir. Entonces, la frustración construye barreras. Todos pueden ir en el mismo casillero: culpables de un corazón roto o insensibles de mierda.
La mayoría de las mujeres están esperando el madrazo, dijo mi amigo Salvador. ¿Quién puede relacionarse así? Modo alerta constante.
En serio pregunto. ¿Vos sabés cómo hacer?
Vuelvo a la nostalgia. Qué nostalgia y para qué. Hace un tiempo leí un artículo:
"La nostalgia es una forma de afrontar problemas como el aislamiento social, la desconexión o la soledad", explica Batcho. "Los momentos de adversidad pueden desencadenar la nostalgia porque recordar quiénes fuimos nos ayuda con la continuidad de nuestra identidad".
(…) Otra necesidad que la nostalgia nos ayuda a satisfacer es la conexión social. Esto puede sonar contradictorio, ya que la nostalgia suele implicar una reflexión privada sobre nuestra historia personal, pero los recuerdos nostálgicos nos recuerdan nuestras relaciones con otras personas. Batcho afirma que los recuerdos nostálgicos pueden animarnos a buscar apoyo social y emocional porque suelen estar protagonizados por personas importantes de nuestro pasado.
La nostalgia ayuda a enfrentar situaciones de dolor, recordamos las cosas de manera positiva como forma de supervivencia, para no quedarnos estancados en lo triste del pasado. Curioso, ¿no? Frente a la decepción amorosa dos cosas: enojo o nostalgia.
En Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, una película bellísima dirigida por Michel Gondry y escrita por Charlie Kaufman, pasa algo así. Primero la pena y el enojo. Clementine es impulsiva y no quiere atravesar el tiempo del duelo. Por eso decide arrancar a Joe de su memoria. Joe la imita. Y en ese borrar, la nostalgia. Joe transita los recuerdos juntos, intenta aferrarse, guardarla. Se arrepiente pero ya es tarde: la máquina está encendida.
Acá comparto un resumen que me pareció precioso, pese a que está en castellano. Perdón, Kate. Perdón, Jim.
Clementine siempre me genera tanta extrañeza. Me atrae y repele al mismo tiempo. Kate es tan exquisita en esta película que su personaje es una invitación a pensar otras posibilidades. ¿Cómo habrá sido para ella borrar a Joel? ¿Cómo habrán sido sus recuerdos? ¿También lo habrá intentado esconder en algún lugar recóndito de la memoria? Ponerlo a salvo, ponerse a salvo. Debería ser otra película. Podría haber sido la película.
¿Es el tamaño del dolor el mismo que el del amor?
En el fondo, lo que queremos es saber que alguien nos piensa, dice mi amiga Priscila.
Que es otra forma de desear que te recuerden. Y ya saben lo que dicen sobre la muerte y el olvido.
¿Estamos en la vida? Estamos.

